Desde luego es lastimoso tener razón en estas circunstancias, en la que miles de personas han muerto y cientos de miles se hallan desplazadas, muchas de ellas sin hogar, pero los ecologistas, desgraciadamente, estamos acostumbrados a que la tozuda realidad nos de la razón en circunstancias muy penosas para la raza humana. Ha pasado en casi todos los grandes asuntos ambientales y ahora también, una vez más, en el tema nuclear. La alarma nuclear en Japón ocasionada por el terremoto y el posterior tsunami ha mostrado una vez más la peligrosidad del manejo de esta energía, justo cuando el debate antinuclear parecía pasado de moda. Sin embargo, hace bien poco que en Equo decidimos poner en marcha una campaña en contra de la energía nuclear para hacer frente a la ofensiva desatada en todos los frentes por el lobby energético en España. Para los voceros de lo nuclear, la nuestra es una postura ideológica alejada de un debate racional sobre el mix energético. Nosotros, por el contrario, creemos que la antinuclear es precisamente la única postura racional, ante los riesgos inasumibles que comporta, como ahora se está demostrando en circunstancias penosísimas en Japón.
Desde luego los pronucleares tienen sus razones, muy «racionales» también, pero basadas en poner el beneficio económico por delante, y es que ahora mismo, con las centrales españolas totalmente amortizadas, el kilovatio nuclear les sale a un coste mínimo. Claro, que esto ocurre porque no se hacen cargo del coste del almacenamiento de los residuos radiactivos durante decenas de miles de años, aunque esta es una sola de las muchas razones en contra de esta energía (para una relación completa pero sintética consultar nuestro documento). O sea, lo que ocurre con muchas otras industrias contaminantes, que salen rentables porque no internalizan los verdaderos costes ambientales.
Enseguida salió Rajoy a pedir que no se haga demagogia. Sin embargo, este fin de semana he escuchado muchas imbecilidades pronucleares, aunque desde luego se lleva la palma la que decía que todas las actividades humanas tienen riesgos, y que también han descarrilado trenes por culpa del terremoto y que no por eso vamos a dejar de montar en tren… Pero que yo sepa un accidente ferroviario no conlleva la evacuación de cientos de miles de personas, salvo que a su vez transporte material radiactivo. En las antípodas de la posición Popular, Angela Merkel no ha perdido el tiempo y no sólo ha ordenado la revisión inmediata de la seguridad de todas las centrales alemanas, sino que acaba de anunciar la suspensión de la ley que prolongaba la vida de las centrales.
Por su parte, el PSOE afirma que este «no es el momento» de abrir un debate sobre la energía nuclear. Por el contrario, en Equo creemos que precisamente este ES EL MOMENTO. Y lo primero que tiene que hacer el Gobierno es replantear la enmienda aprobada en la Ley de Economía Sostenible, que abre la puerta a la prolongación del funcionamiento más allá de su vida útil, y cerrar Garoña (gemela del reactor 1 de Fukushima) cuanto antes.
Totalmente de acuerdo, la demagogía está al lado de los pronuecleares con su discurso. Que se invierta de una vez todo el dinero destinado a construir nuevas centrales nucleares en investigacion y plantas de energía renovable, que en el caso de que hubiera una catástrofe y una de ellas quedara destruida no habría que evacuar a grandes cantidades de población y quedar inservible un territorio por miles de años, además de no producir residuos radioactivos y el consiguiente problema de almacenamiento.
Por supuesto que estoy de acuerdo,incluso muchos votantes del PP están de acuerdo, pero Equo no puede limitarse a escribir lindos blogs, tiene que hacer más, por ejemplo convocar una manifestación o promover una iniciativa popular. Es el momento.
Totalmente de acuerdo Myriam, supongo que ya sabes que este mismo jueves por la tarde habrá muchas concentraciones que Equo apoya y difunde, y que el domingo 20 por la mañana Equo convoca en Madrid una gran demostración de condolencia con el pueblo japonés y contra el uso de la energía nuclear.
Escucho la cantinela de algunos opinadores que dicen que el tema nuclear no hay que tocarlo en caliente, porque no tenemos otra alternativa a corto o medio plazo. Estoy de acuerdo, desliguemos las necesidades energéticas del tema nuclear, no debatamos «en caliente» el tema energético, hagámoslo en frío, sin pensar en las pérdidas inmediatas de las eléctricas, etc.etc. sobre cuál o cuales son nuestras necesidades energéticas a nivel planetario y ´cuales las formas de cubrirlas.
Está claro que el PSOE se ha resabiado en las malas mañas de la política y juega sin pudor las estrategias dilatorias cuando no le conviene electoralemtne abordar un tema y quiere tiempo para manipular la opinion social.
Ciertamente estamos siendo «oportunistas» al incidir en la lucha antinuclear en este momento de catastrofe pero es que es precisamente ahora cuando podemos apreciar crudamente los riesgos y las terribles consecuencias de este sistema de produccion energética. Es un oportunismo obvio porque es un momento grave que requiere la acción antinuclear.
Sí es el momento de debatir, no necesitamso que otros paises como Francia o USA se piensen sus futuras políticas nucleareso energéticas en general o que otros como alemania nos dicten la estrategia de enroque para salvar el momento de reaccion poupular en momentos de rentabilidad electoral.
El discurso de invertir en medidas de control y seguridad no nos interesa. Tampoco nos interesa dejar sin señalar la estrategia de darnos el cambiazo de un cierre progresivo por una prolongacion progresiva apoyada en estudios de seguridad, y más controles de seguridad. La política de Zapatero y su gobierno (incluido el PP) juega continuamente la distracción, la dilacion de tomar medidas en unos tiempos convulsos en el que la ciudadanía está continaumetne sobresaltada con nuevos incidentes, como por ejemplo la intervencion en una guerra u otros.
Debemos enseñar a la poblacion española lo que es una central nuclear, lo que genera en energía y lo que costaría (sus gastos) juntando a su construcción y mantenimiento, los costes de la gestión de residuos, el mantenimientod e dispositivos de emergencia, afrontamiento de accidentes y el pago de las medidas de emergencia (que ningúna compañia de seguros afrontaría), etc. Porque todos esos gastos adicionales se los pagamos nosotros a las empresas nucleares; sí el estado se lo paga, o sea, nosotros. Si esa fuente es rentable que sus empresarios paguen todo y aún así el debate seguiría en terminos de riesgo, de dependencia energética y casi me atrevo a decir de control de «monopolio» (concepto a revisar en este caso) pues su mantenimiento nos obliga a seguir gastando su energía generada. Esa dependencia obligada a una fuente realmetne monopoliza el mercado energético pues nos impide apreciar la necesidad de otras fuentes (renovables), a investigar en su optimizacion y a subvencionar su implantacion a niveles industriales y domesticos. Creo que la Union Europea tendrá algo que decir en su ordsenamiento jurídico sobre la libre competencia de otras empresas que se dediquen a otras fuentes energéticas (y que nos parecen mejores).
Pido a quienes más os ocupais de la faceta anituclear que promovais una acusacion popular para Ascó, que estudieis la practica económica de dependencia energética y que estudieis jurídicamente la desviacion de fondos públicos para atender necesidades de mantenimiento, seguirdad y residuos de los negocvios priovados de las nucleares.
Bancos, macroempresas o grupos de empresas, centrales nucleares…si el negocio va bien ganana sus accionistas y si van mal ( o para que no vayan mal) lo pagamos todos. No queremos más abusos de poder.
Gracias por tu comentario, efectivamente no podemos quedarnos ahora en manifestaciones y protestas, hay que intentar pasar a la ofensiva y enterrar para siempre a la energía nuclear. El Partido Verde Europeo está comprometido en ello y los primeros movimientos de algunos países invitan al optimismo. Es posible que a no mucho tardar exista alguna iniciativa legislativa en la Unión Europea que ponga en cuestión la generación nuclear y profundice en un futuro de renovables. Otro cantar es el caso español, pero hay que intentar ahondar en la llaga antinuclear del PSOE para que los Sebastianes y demás socialistas de las eléctricas se replieguen y se pueda acometer progresivamente el cierre de las centrales existentes. Te garantizo que este será un objetivo principal de Equo cuando lleguemos a las instituciones.