En el mes de septiembre la presidenta Díaz Ayuso anunció ayudas al sector del toro de lidia por valor de 4 millones y medio de euros para que pudieran hacer frente a la pandemia, dado que no podían celebrar corridas. Lo cierto es que los espectáculos taurinos no son los únicos que están sufriendo restricciones, así que el pasado 15 de octubre le preguntamos a la Consejera de Medio Ambiente por estas subvenciones.
No nos cabe duda del interés desmedido de la señora Ayuso por subvencionar al mundo de los toros. Ella que acaba de decir que en Madrid no se subvenciona y que por eso la gente quiere vivir aquí y no en Andalucía. Quizás le podría haber dicho esto a sus amigos de la tauromaquia y haberles mandado a Sevilla a pedir subvenciones. Pero resulta que Madrid es la única Comunidad Autónoma que ha anunciado unas subvenciones de estas características.
Podría pensarse que esto es por la importancia de las ganaderías de toro bravo de nuestra región, pero nada más lejos de la realidad. En Madrid los ganaderos de lidia suponen el 6,5 % de las explotaciones de vacuno. A ese 6,5 %, 64 explotaciones con 13.000 animales, el Partido Popular le quiere dedicar 4,5 millones de euros, mientras al 93,5 % restante, más de 1.100 explotaciones, le destinan 2,8 millones. El agravio comparativo es por supuesto descomunal, para que sea más claro, a un ganadero corriente le tocan unos 2.500 euros de media, mientras que si se dedica a los toros le tocarían 70.000 euros de media. 2.500 a los que nos dan de comer, 70.000 a los que crían animales para darles muerte en una plaza.
No es por otra parte la única ayuda que recibe el sector de la tauromaquia en la Comunidad de Madrid. Tenemos un Centro de Asuntos Taurinos, uno de esos chiringuitos de los que habla siempre Vox, en este caso dirigido por el torero amigo de Ayuso, Miguel Abellán, que nos cuesta más de 4 millones de euros al año, y que reparte del orden de 3 millones en subvenciones, de esas que no se dan en la Comunidad de Madrid según la señora Ayuso. Y aparte está la PAC, las subvenciones a festejos taurinos de los ayuntamientos, etc, etc.
Más allá de que nos gusten mucho o poco los toros, yo desde luego me incluyo en esa inmensa mayoría de españoles y madrileños, el 81,4 % nada menos, que no nos gustan los toros, y tampoco que se subvencionen con dinero público, la pregunta en estas circunstancias es, ¿no existen otros sectores donde ese dinero de todos estaría mejor empleado? ¿Por qué esa lluvia de cientos de miles de euros a 64 ganaderías de apellido ilustre?
La Consejera intenta justificar esas ayudas por la conservación del paisaje y las dehesas, pero lo cierto es que sus argumentos valen para cualquier ganado en régimen de extensivo. Y lo cierto es que casi cualquier finca de toros bravos tiene otras razas de vacuno de carne, así como ovejas o cerdos, que de hecho son bastante más rentables económicamente. Así que el argumento medioambiental no se sostiene. Sí que es cierto que el toro bravo es una raza autóctona única, que merece la pena ser protegida, igual que otras a las que lamentablemente la Comunidad de Madrid solo dedica 100.000 euros al año. Así que el agravio comparativo sigue siendo gigantesco.
Finalmente queda la justificación principal esgrimida por los propios taurinos y que Ayuso ha hecho suya: para fomentar la cultura y la reactivación económica. ¡La Cultura!
Por supuesto, la tortura animal no es cultura, pero es que además, a todas las artes escénicas, el teatro, el cine y la música, el Gobierno de la señora Ayuso no le va a dedicar más que 4,2 millones de euros de ayudas este año, mientras que a los toros les dedica 4,5 millones.
Para mayor escarnio, la misma semana en la que realicé la pregunta al gobierno nos enteramos que el Centro de Asuntos Taurinos de la señora Ayuso pretende retrotraernos 25 años y permitir la práctica de algo tan cruel y peligroso como el toro embolado o toro de fuego, sin ninguna tradición en la Comunidad de Madrid.
Todo esto solo puede tener una explicación, y es su fanática carrera en pos del electorado de Vox. Ellos, que continuamente tachan nuestras propuestas de ideológicas, socialistas, ecologistas e incluso comunistas, la verdad es que les puede la ideología, una ideología rancia y cruel que les hace sobrevalorar un espectáculo sangriento que le abochorna al 80 % de los españoles, mientras maltratan a la auténtica cultura.
Aquí el enlace a la pregunta completa, incluida la contestación de la Consejera Paloma Martín:
https://mediateca.asambleamadrid.es/library/items/sesion-plenaria-2020-10-15?part=a672283e-063d-440c-8361-44f177439263&start=5470